Un proceso más, otra cosa que superar.
Mírame y dime: ¿puedes continuar?
¿Dónde me encontrarás?
Solo quiero acompañarte en tu despertar, en tus momentos de gozo y de debilidad.
En toda tu totalidad.
No dudes de mí, porque me has sentido.
He estado ahí y sigo estando.
Sabes que ese amor tan profundo, por todo, no es algo ligero para cuestionar.
Sabes que, en ese instante de claridad, cuando algo comenzó a transformarse en tu interior, es ahí donde volviste a ti.
Yo me muevo a través de ti, susurro con pequeñas palabras que tocan tu corazón.
Me muevo a través del mundo, de lo que no puedes ver, de planos tan elevados que la mente humana no puede comprender.
Solo te pido: vuelve a ti.
Llora, alégrate, transfórmate. VIVE.
Tus creencias hacia mí no son importantes, pero el día que me sientas será innegable.
Soy una caricia en tus días más oscuros, un llanto desde lo más profundo, un momento de sincronicidad.
¿Un número que se repite sin cesar?
Será entonces cuando dejarás de cuestionarme.
Será entonces cuando creerás ciegamente.
Será entonces cuando no sabrás hacia dónde mirar.
Fluye con tu energía, rápida y sin pensar.
Y en esos momentos, cuando no puedas más,
yo te digo:
Avanza, sin mirar atrás.
Susurros del Alma
Virginia
