
Me deconstruyo como si de un nudo se tratara.
Voy tirando del hilo cada vez más, aunque a veces no tengo ganas.
Otras veces, tenso la cuerda para ver hasta dónde llega, aunque se encuentre mojada.
Tiro y tiro mientras me desahogo con esta atadura de rabia acumulada.
Esta bobina parece estar atascada.
Cuando sigo tirando, me envuelve un efecto rebote que me dice “para”.
¡YA BASTA!
Vuelvo a mirarme, como si de un espejo se tratara.
Ahora me deconstruyo, pero suavemente, como si solo mi corazón quedara.
Voy cosiéndome poco a poco para unir las piezas que todavía me faltan.
Intento coser y coser, mientras las lágrimas caen derramadas.
El hilo se ha gastado y solo me quedan tiritas para tapar esta desgracia.
¿Por qué a mí?
Me pregunto con una real desesperanza.
No hay respuesta.
Pero sé que tengo las herramientas para construirme,
una vez más, sin forzar absolutamente nada.
Susurros del Alma
Virginia
